Universos

     El otro día paseando a mis perros, se me ocurrieron solamente dos versos para empezar un poema. De ahí después fui tirando del hilo poco a poco y en una noche quedó este resultado. La penúltima estrofa sigue sin pegarme demasiado, quién sabe si de aquí a un tiempo la cambie. Por ahora os lo dejo por aquí.








Yo no creo en los universos paralelos,
creo en los universos perpendiculares
que hay entre ojos que se encuentran
ya sea por casualidad
                               o por necesidad.

Tus ojos proyectaban universos
allá donde mirases
                          y claro,
qué mejor que sentirte infinito
a precio de mirada.

Voy a coger todas tus miradas
posibles, habidas, y por haber
y a guardarlas en un bote de colacao.
Voy a desayunar cada mañana
sintiendo todas esas miradas
consumirse en mi estómago
mientras digiero infinitos envenenados
disueltos en leche semidesnatada.

Cuántos poemas se habrán dedicado
a los mejores supuestos ojos
porque no conocían los tuyos.
Cuántos poemas habré dedicado
a tus ojos porque supuestamente
no conozco otros mejores.

Pero qué
             jodida
                      obsesión
                                   con tus ojos.

Qué obsesión con el infinito,
qué obsesión con la nada,
qué obsesión contigo,
si en el fondo
                   todo es lo mismo.

Cuando me esté muriendo
por sobredosis de universos,
a ver cómo explicas lo del colacao.

(26/09/2016)

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