el fin de la poesía


miro al cielo e imagino
a una mujer sentada
justo en el borde
de un agujero negro
pescando fotones
con una linterna.

miro al suelo e imagino
a un hombre bajo tierra
nadando por el manto
en busca de recuerdos
que llevarse a la boca.

no es un dato relevante
pero los dos van en chándal.

enfrente tengo mi reflejo
pidiéndome en silencio
que mejore mi aspecto.

dentro tengo una voz
que no para de repetir
que nunca seré suficiente.

detrás un pasado del que
cuanto más me alejo
más siento que me dejo algo.

en mi habitación cuelgan
diplomas por cada uno
de mis fracasos.

en la cocina guardo
demasiada comida
y autoestima de segunda mano.

en mi cama aparte de mí
solo ha dormido gente
que no existe.

cada noche antes de dormir
pienso en muchas cosas
que olvido a la mañana siguiente
cuando me acuerdo de ti.

en el cajón de los calcetines
escondo libros de pablo neruda
para que no los vea mi madre.

en la vida hay de todo
menos de lo que necesito.

en los pequeños detalles
están las grandes inseguridades.

alrededor de mi cuerpo
hay una atmósfera con oxígeno
que me obliga a seguir vivo.

debajo del título de este poema
hay un poema que no tiene
nada que ver con su título.

no es un dato relevante
pero ahora mismo estoy en pijama.

miro mi mano y veo mi mano.

miro a la pantalla del ordenador
y veo todo lo que he escrito
y me dan ganas de vomitar.

(23/03/2018)

Comentarios