Vueltas a la nada

     Este poema lo empecé a escribir en marzo y después de haberlo re-empezado mil veces y hecho otros mil retoques ha quedado esta pequeña reflexión existencial de mierda que no hace más de ir de un lado para otro sin establecer ninguna idea fija. Y ahí está el encanto del poema, disfrutadlo.







Al principio todo se engrandece:
te olvidas de ser y de estar
y no eres más que pensamientos
que no te ha dado tiempo a pensar,
dejas de existir por un momento
pero nunca dejas de parecer todo.

Todo el universo se define
en un verso que lo define todo,
si todo es sinónimo de nada
es porque nada define todo.

El universo no será tan grande
si cabe dentro de un verso
y un átomo no será tan pequeño
si dentro cabe un verso,
aunque resulte contradictorio.

Átomos de universos dentro
de universos de átomos,
y universos de átomos dentro
de átomos de universos.

Solo son cárceles finitas
llenas de infinitos presos
en una realidad con demasiados límites,
una mirada que terminó en otra,
una imaginación que creció demasiado,
un amor que duraría para siempre
y un poema que nunca nadie más volvió a leer.

Al final todo se reduce a uno mismo:
te olvidas de lo ínfimo y lo infinito
y sin darte mucho tiempo a pensar
recuerdas lo que realmente eres,
nada.

(23/05/2016)