Mi cadáver exquisito
No despertéis a la serpiente
pues, pues ser peligroso,
a veces, casi estrafalario.
Casi siempre lo es
aunque no lo puedas creer...
El reloj seguirá funcionando
hasta que se agote la fuente que lo alimenta
y deje de salir agua hasta de las piedras.
Las piedras llenas de musgo
daban esa nostalgia al mundo
que inundaba a las personas de temor
que exaltaba a las personas a la luz
como la luz lo hacía con ellos.
Mientras la oscuridad yacía sola
una pálida luz surgió lejos,
pálida, aunque cegadora y asombrosa luz
que se veía al fondo desde el barco, en un puerto asolado.
Un viejo faro que, con sus luces, me iluminaba
y aún así, ciego de mí, me perdía...
Me perdía pero tú me encontrabas.
¡Qué búsqueda tan corta!
Y que tanto me reconforta.
Un abrazo que me envuelve y me da fuerza
con el que sueño cada vez que estoy sola.
Ese abrazo que hace que me despierte cada día,
sin que me dé cuenta de que aún...
Sigo durmiendo.
-2ºBCT (En una clase de lengua)
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