Mi cadáver exquisito

     Este es un cadáver exquisito que hicimos mi clase de 2ºBCT este año con nuestra profesora tan guay de lengua. Empezamos con un verso vete a saber de quién, y cada uno añadía otro teniendo como referencia solo el último verso que había escrito el anterior (lo que es un cadáver exquisito vamos), y quedó este poema. Ya hemos terminado las clases y seguramente lo quiten del corcho donde está y termine en la basura... Yo voy a alargar su existencia un poco más. A ver si adivina alguien qué verso escribí yo.




No despertéis a la serpiente
pues, pues ser peligroso,
a veces, casi estrafalario.
Casi siempre lo es
aunque no lo puedas creer...
El reloj seguirá funcionando
hasta que se agote la fuente que lo alimenta
y deje de salir agua hasta de las piedras.
Las piedras llenas de musgo
daban esa nostalgia al mundo
que inundaba a las personas de temor
que exaltaba a las personas a la luz
como la luz lo hacía con ellos.

Mientras la oscuridad yacía sola
una pálida luz surgió lejos,
pálida, aunque cegadora y asombrosa luz
que se veía al fondo desde el barco, en un puerto asolado.
Un viejo faro que, con sus luces, me iluminaba
y aún así, ciego de mí, me perdía...
Me perdía pero tú me encontrabas.

¡Qué búsqueda tan corta!
Y que tanto me reconforta.
Un abrazo que me envuelve y me da fuerza
con el que sueño cada vez que estoy sola.

Ese abrazo que hace que me despierte cada día,
sin que me dé cuenta de que aún...
                                                       Sigo durmiendo.

-2ºBCT (En una clase de lengua)

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