Examen en blanco

     Este poema lo escribí justo después de entregar un examen en blanco a los 5 minutos de empezar un examen de dibujo técnico. Tal y cómo lo veis, es como lo hice en ese momento, no he añadido ni cambiado nada después -menos unos versos que pegaban bastante después-, porque sino perdería el sentido que le quería dar.








Otro examen que entrego en blanco.

Pienso que si no me hubiese presentado
estaría en casa pensando en si me hubiese presentado,
pero al menos estaría en casa.

En momentos como este me doy cuenta
de que las nubes se mueven y cambian de forma,
que ese póster ayer no estaba ahí
de que tengo que cambiar de bolígrafo
que encima de la pizarra hay una tela de araña
que la profesora se está buscando petróleo
y que afuera todo sigue igual que siempre.

Fantaseo con mil historias y un poema,
pero estoy tranquilo porque sé que en una hora
se me habrán olvidado y quedarán en nada,
escritos en un examen en blanco que ya he entregado.

No va a volver a ocurrir,
me tengo que poner en serio,
mañana como con mi abuela,
voy a estudiar más que nunca...
Todo eso está escrito en un examen en blanco que ya he entregado.

Miro de nuevo por la ventana por si algo ha cambiado
pero por vigésimo tercera vez todo sigue igual que siempre,
menos las nubes que siguen en movimiento.
¿Qué hora es?
¿Cuánto queda para la siguiente clase?

A nadie parece preocuparle eso,
todos están concentrados con la mirada fija
escribiendo y dibujando sin parar
en un examen que por supuesto, no está en blanco.

Compruebo mi móvil y quedan cinco minutos,
no sé cómo voy a terminar este poema
así que haré como vengo haciendo siempre,
lo dejaré escrito en un examen en blanco que ya he entregado.

(En un examen de dibujo 07/04/2016)

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