el sí de las sillas





hace un mes mi madre me dijo
que teníamos que comprar alguna silla.
¿silla?, si ya tenemos, le dije,
pero se refería a comprar sillas mejores
que las sillas que tenemos actualmente.
si ya lo sabía, mamá, era una broma.

elegimos las del salón, y de pasada,
compramos una para mi habitación.
con el respaldo reclinable.

hace una semana mi madre me dijo
que habían llegado las sillas,
¿sí?, ya era hora, le dije,
solo para hacer la gracia de nuevo.

tuve que montarlas todas una a una,
la última fue la mía,
la del respaldo reclinable.


no dejé sin poner ni un tornillo,
estoy que ni yo me lo creo.
ni thor ni yo nos los creemos,
ni tampoco le dejamos a nadie el martillo.
ni thor ni yo ni el mar tillo existimos.
pero las sillas sí, te lo aseguro.


ha sido la mejor semana de mi vida.
mi espalda ha pasado de clinada a reclinada,
mi posición de regular a cómoda,
sin llegar a ser tan cómoda como una cómoda,
pero sí ya se nota que no es incómoda.
la silla es una silla, si ya lo sé, 
es una silla cómoda, pero no una cómoda.
es cuasicómoda, con el cuasi por la parte de arriba.

hoy el respaldo reclinable ha dejado de funcionar.
ha sido de repente, sin previo aviso.
no ya solo he perdido la comodidad,
incluso he perdido las ganas de sentarme,
quizá incluso las ganas de vivir.

ni mi madre ni thor ni yo sabemos qué hacer.
si ya no puedes confiar en tu silla favorita,
¿cuál es el sentido de todo esto?
¿está hecho el ser humano para estar sentado?

...

buenas tardes, señor. le informamos que hemos recibido su queja y que enviaremos un técnico a su casa que repare su silla. o no, si ya, total, usted tiene un problema y no es este.

(20/10/2019)

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