plutón
plutón siempre fue un niño diferente.
él no recorría órbitas circulares,
prefería describir figuras geométricas
acordes con su estado de ánimo:
como triángulos tristes
o dodecaedros muy cansados.
él no quería ser una estrella
como todos los demás planetas,
prefería admirar la luz de otros
desde su propia oscuridad.
él no cumplía la ley de la gravedad
porque no quería obligar a nadie
a estar pegado a él.
él recibía los impactos de meteoritos
con todo su cariño
y los consideraba parte de sí mismo.
él se enamoró de un agujero negro,
y después de un corto primer y último beso,
su tamaño quedó reducido a la mitad.
desde entonces plutón fue rechazado
en todos los sistemas solares por los que pasaba,
perdió todos sus satélites,
dejó de reflejar la luz de las estrellas,
y estuvo a punto de suicidarse varias veces.
en un sistema solar de la vía láctea
conoció a su único y mejor amigo:
carl sagan.
él le devolvió el título de planeta y le hizo un hueco
en su corazón y en la órbita de su estrella.
por primera vez podía ser él mismo
y expresar sus sentimientos libremente.
por primera vez alguien pisó su superficie
sin que una ley lo obligara a hacerlo.
carl y él quedaban todas las noches
en la cara oculta de la luna
para compartir sus historias
y chistes sobre la entropía.
nunca en el universo se había visto
a un planeta reírse y brillar por sí mismo.
ningún astrónomo entendía
esos destellos de luz que aparecían en el cielo.
en alguna civilización mucho más avanzada
se utilizaron como forma de energía
para toda una población durante siglos.
ahora era el sol el que tenía
que mirar para otro lado
para no quedarse ciego.
pero la vida humana es efímera
y pronto carl sagan falleció de una grave enfermedad.
la noche de su entierro
plutón fue a iluminar su tumba
para despedirse de su amigo.
fue el último destello anómalo
que vieron los astrónomos.
años después el pupilo de carl,
neil degrasse tyson,
que siempre había tenido envidia
de la relación entre ambos,
le quitó el título de planeta.
lo expulsó al rincón más alejado
del sistema solar
y le obligó a seguir las leyes universales.
por eso desde entonces
unos cuantos quedamos
en un bar de madrid
los martes por la tarde,
para imitar de alguna manera
la forma de libertad
en la que creía plutón,
y soñar que algún día
veremos en las noticias
destellos de luz en el cielo
que nadie entiende,
solo nosotros.
(11/02/2019 con cariño para la jam del búho real)
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